El mercado de la interpretación

¡Hola a todos!

Después de cursar cualquier tipo de estudios, y antes de lanzarnos a la aventura, lo más normal y lo recomendable es saber cuáles son las posibles salidas laborales de cualquier especialidad. Así que, sin más, hoy querría hablaros del mercado de la interpretación, dentro y fuera de España.

Antes de empezar, es necesario diferenciar el mercado privado del mercado público.

1. Mercado público

Es el mercado de las instituciones internacionales, como la Unión Europea (Parlamento Europeo, Comisión Europea, etc.), las Naciones Unidas (podéis pinchar en este enlace para ver más organizaciones de las Naciones Unidas), la OTAN, etc.

Para poder acceder a estas instituciones, lo más aconsejable es cursar un máster dirigido a este tipo de mercado, como el de la Universidad de la Laguna, que también prepara para el mercado privado con cabinas de retour, (gracias a @MIC_ULL por la información), el ETI de Ginebra, o el ESIT de París (para más información, recopilé en esta entrada los másteres europeos en cuestión 😉 )

En este tipo de mercado, solo se trabaja hacia nuestra lengua materna, y las condiciones de trabajo suelen ser mucho más agradables y cómodas que en el mercado privado.

2. Mercado privado

Se trata del mercado más común que nos encontramos en toda España. El intérprete tiene que hacerse su propia publicidad y demostrar lo que vale día a día, puesto que se trata de un mercado en el que los clientes varían y contratan en función de la calidad que ven: si el cliente queda satisfecho con el trabajo, volverá a contratar al intérprete y probablemente lo recomiende, y si no lo está, es muy posible que no lo vuelva a llamar.

Para poder preparase al mercado privado, existen cursos y másteres que se centran más en esta perspectiva, y la mejor forma de prepararse (como en cualquier ámbito) es la práctica, la práctica y más práctica.

En este tipo de mercado se trabaja tanto hacia nuestra lengua materna como hacia otras lenguas de trabajo. Por lo que es necesario una gran fluidez en todas las lenguas en las que uno trabaje, no solo en el idioma materno. Además, las condiciones no son siempre las idóneas, se han dado casos en las que las cabinas eran improvisadas, demasiado pequeñas, o incluso que se han derrumbado en una interpretación (podéis leer esta entrada para haceros un poco a la idea y echaros unas risas).

Esto es todo por hoy, en la próxima entrada, más 😉