La traducción: de Quintiliano a Gottsched

¡Hola a todos!
En esta entrada, quiero simplemente rememorar unas citas muy interesantes acerca de la reflexión sobre el ejercicio de la traducción. Una de ellas pertenece a uno de nuestros ancestros latinos, Quintiliano, al que no le falta razón:

«(…) es patente el sentido de este ejercicio. Porque los autores griegos son extraordinariamente ricos en la variedad de los temas tratados, aportaron muchísimo arte a la elocuencia, y a quienes los traducimos nos cabe elegir las expresiones mejores; pues hacemos uso de todas las que son de nuestra propia lengua. Respecto al empleo de figuras del lenguas (de palabra y de sentido), con las que se adorna muy especialmente el discurso, hay también una cierta necesidad de imaginar muchas y llenas de variedad, porque en este punto se apartan generalmente de los griegos las formas romanas de pensar.»

(Quintiliano, 10, 5, 3)

La otra cita que quería compartir con vosotros es la de Gottsched, poeta alemán del sigo XVIII:

«La traducción es al traductor lo que la copia de un modelo propuesto es al aprendiz de pintor. Es de todos conocido que las piezas de los grandes maestros son copias con asiduidad por artistas mediocres o por principiantes que quieren progresar. Al copiarlas, sombrearlas y colorearlas, observan con la mayor agudeza todo el arte y la habilidad del autor, toda la belleza y la perfección de su original. Durante el tiempo de su trabajo se proponen un sinfín de pequeñas reglas; se percatan de ciertos recursos y ventajas que no todos saben y que por sí mismos ellos no habrían alcanzado. Incluso su mano llega a adquirir una cierta habilidad en conducir el pincel de una manera peculiar. De modo semejante sucede con el traductor. Cuando tiene ante sí un buen escrito y quiere traducirlo a su propia lengua, presta a todas las palabras, modismos, frases y sintagmas de todo el discurso la mayor atención que la que presta un mero lector. Advierte todos los adornos y bellezas que en semejantes pasajes otro habría pasado por alto, roba a su original el arte de hablar así y sin darse cuenta se posesiona de la capacidad y destreza de pensar de idéntico modo y de dar a su pensamiento la misma expresión que su predecesor.»

 (Gottsched, 1736: 168-169)
Espero que las hayáis disfrutado tanto como yo, ¡saludos! 🙂

2 comentarios en “La traducción: de Quintiliano a Gottsched

  1. Jesús Álvarez dijo:

    Me parecen muy buenas citas. La segunda la había leído alguna vez; la primera es todo un descubrimiento para mí. Es sorprendente ver cómo en tiempos de los romanos ya se discutía sobre la naturalidad en traducción 😉 Aunque en realidad es lo más normal del mundo, nuestra disciplina existe desde que la humanidad se expresa en distintas lenguas por escrito. Un saludo y ánimo con el blog.

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